Tratamiento para las plantas (remedio caseros)
1. Jabón potásico: el mejor remedio contra las plagas
Es uno de los remedios caseros y ecológicos mejor valorados, especialmente porque no es tóxico y es un gran aliado en la lucha contra ciertas plagas. El jabón potásico es un insecticida y acaricida capaz de combatir algunas plagas como el pulgón, la cochinilla, la mosca blanca, los trips y la araña roja, entre otros. También puede combatir algunos hongos, como la negrilla si la planta se encuentra en los primeros niveles de infección. El jabón potásico ofrece un efecto limpiador sobre las hojas, lavando los residuos que dejan los insectos y evitando su propagación.
Cómo se hace
Mezcla un litro de agua por 25 gr. de jabón potásico. Para que se disuelva, tendrás que calentar el agua con el jabón y esperar a que esta se enfríe. Después, échalo en una botella con spray y pulveriza el envés de las hojas y los tallos más tiernos. Repite la operación varias veces cada 3 o 4 días hasta que haya desaparecido la plaga.
2. Infusión de manzanilla: potencia las defensas de la planta
La infusión de manzanilla puede ayudarte a que tus plantas tengan unas defensas más fuertes para combatir las plagas, principalmente el pulgón. La manzanilla activa la población microbiana en el sustrato, ayudando a la planta y haciéndola más resistente.
Cómo se usa
Pon a hervir 50 gr. de manzanilla por cada litro de agua hasta que llegue a ebullición. Deja que repose y se enfríe. Después, cuela la infusión y échala en un bote con pulverizador. Para usarla, tienes que pulverizar tanto las hojas como los tallos de la planta. Hazlo durante dos días seguidos y repite todo el proceso cuando hayan pasado entre 2 y 3 semanas. Evita hacerlo durante las horas de más calor y cuando el sol incida sobre las plantas.
3. Alcohol de ajo: prevención contra las plagas
El ajo es un insecticida, fungicida y repelente natural y ecológico que puede ayudarte a combatir ciertas plagas en tu huerto y jardín. Este alimento tan básico en nuestra dieta contiene alicina, que es el principio activo el ajo, que ayuda a mantener los insectos a raya y, además, no es tóxico ni para las personas ni para los animales, lo que lo convierte en una alternativa ecológica para cuidar tu jardín.
Cómo se usa
Pela los ajos y córtalos en trozos pequeños. Mézclalo con medio litro de alcohol blanco y deja la mezcla reposar durante 24 horas, así se potencia aún más el poder insecticida del ajo. Al día siguiente, añade medio litro de agua, para que la mezcla pueda disolverse y pulverizarse bien, y un chorrito de jabón neutro, que ayudará a que la mezcla se adhiera con mayor facilidad a las hojas. Empléalo de manera preventiva.
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